Algunas veces no nos percatamos de que una inteligencia ha estado conduciendo nuestras vidas a cada momento. Quizás hemos sufrido por una pérdida, aunque el maestro tiempo nos mostrará que no nos quitaron nada, sino que “alguien” nos liberó de sufrimientos mayores. Es necesario confiar en que somos conducidos a cada momento por ese Poder Divino que yace en nuestro corazón. Es importante tener fe, cierta y firme, de que todo lo que ocurre es simplemente Su Voluntad y que, por lo tanto, algún propósito importante tendrá para nosotros. No resulta una buena actitud vivir quejándonos por los sufrimientos y pérdidas ya sean actuales o pasados, mejor sería tener fe y confianza en que esa Suprema Inteligencia dirige nuestras vidas y, aunque el jarabe resulte desagradable, al final recuperaremos la salud física, emocional, mental y espiritual. Es importante confiar en Dios, en esa Inteligencia que alimenta cada día ocho mil millones de personas, ese Poder que a cada momento permite que miles de millones de seres respiren y tengan vida. Es necesario meditar profundamente para encontrar las grandes verdades que subyacen en el universo, encubiertas con un velo del misterio, el cual debiéramos rasgar para adentrarnos en los campos de la sabiduría, ser felices y poder cumplir nuestra auténtica misión en el mundo.