Muchas de nuestras situaciones de salud tienen un origen emocional, no físico. La ciencia y especialmente la psicología se ha acercado bastante a este hecho y hoy día el estrés es tratado conjuntamente con los síntomas físicos de una enfermedad. Un conflicto emocional martillando constantemente la vida de una persona puede producir graves efectos en su salud física y desencadenar enfermedades y trastornos que las medicinas no pueden curar, simplemente porque la causa no es física sino emocional, mental. Por tal razón, lo mejor es vivir en paz, tratar por todos los medios de que nuestras emociones sean positivas, de que el amor, la paz, la armonía, la comprensión, solidaridad y tantas otras emociones hermosas llenen nuestras vidas. Esta es una forma saludable de vivir, aunque también nos conduce directamente por el sendero de la paz y la felicidad.